jueves, 3 de febrero de 2011

El golpe no me ha dejado secuelas...

 Cuando por fin he despertado estaba en el suelo y no sabía sumar. Lo he notado cuando al coger unos cuantos sestercios para la compra no conseguía contar el total de las monedas. ¿Tres mas dos son seis? Supongo que el golpe que me di ayer con el pico de la mesa tuvo algo que ver. El caso es que tenia hambre y me he dirigido a la carnicería a por una merluza para matar la sed.
              El dependiente se ha negado a dármela, así que le he pedido un par de litros de morcilla. Tampoco me los ha querido vender y encima me ha echado de la tienda con muy malos modos. Tenemos suerte de vivir en 1995: he conseguido encontrar en seguida una de esas maquinas automáticas de comida. Pero como te he dicho al principio había olvidado sumar, así que no he podido juntar la cantidad que marcaba y me he tenido que volver a casa con el pulmón vacío. Por lo menos creo que el golpe no me dejó más secuelas.

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