miércoles, 22 de junio de 2011

Que pedazos de hijos de puta estamos hechos.

Y siento miedo. Un paisaje tan doloroso como el propio pensamiento, de ser insignificante
y a la misma vez preocuparse por cosas que se te antojan enormes...
Que pedazos de hijos de puta estamos hechos.
El mundo gira con sus problemas, y nosotros con los nuestros. Lo jodido es cuando tu problema eres tu y el del mundo también.
Sentarse frente al mar, si, ayuda mucho a pensar.

domingo, 19 de junio de 2011

Nada más.

Sólo necesito unas cuantas paredes pintadas de azul clarito, como el horizonte por las mañanas de julio, para sentir que lo que nos rodea es eterno y el tiempo no existe.
Y unas almohadas por si nos enfadamos crear fronteras débiles, de esas que se caen a los dos besos y desaparecen a las tres caricias.
Yo no necesito nada más en mi vida, si estás tu, todo sobra.
Que me faltan las palabras y los momentos para decirte lo que siento.

viernes, 17 de junio de 2011

Futuro.

Si el futuro fuese enteramente inescrutable, ¿como contar entonces los  contados aciertos predictivos? ¿Por la pura casualidad? Preguntas apasionantes, sin duda, cuyas respuestas nos ayudarían a comprender mejor el panorama abierto ante nosotros, los magníficos habitantes del siglo XXI, y a saber qué podemos aspirar sensatamente a conocer de los años por delante.

lunes, 13 de junio de 2011

Muerde!

Pongamos en orden lo que siempre ha estado desordenado,
saca fuera tus miedos para que puedan ser aniquilados,
quiérete ante todo lo demás,
sonríe siempre que quieras, puedas y sepas
y millones de teorías más de como vivir
pero nada funciona, todo es demasiado frágil, 
las cosas estúpidas toman toda prioridad y volvemos a equivocarnos.
Estamos en edad de ello, así que adelante, estámpemonos...
Pero el mundo se ha vuelto tan jodidamente egoísta que nos
obligan a empezar con buena letra desde el primer día de la lección,
que para colmo, no es la caligrafia adecuada para este tipo de textos...
y así voy, con mi predilección de salvar a quien no quiere ser salvado,
mi manía de intentar entender, comprender, ponerme en el lugar del otro
me pasan días, meses, años, en cabezas ajenas que no me ayudarán a dar el salto final,
que solamente me hundirán mas en el fango, pero, no quiero volverme fría,
yo quiero morirme, quiero quemarme, dejarlo en "todo o nada",
si hace falta, seguir creyendo hasta el final.
Porque al fin y al cabo eso es lo que nos mantiene vivos, ¿no?
creer, ilusionarnos, caernos para volvernos a levantar... incluso a
veces levitando a mas de mil metros de altura,
el mundo puede comerte, es cierto, pero puedes adelantarte y pegarle el bocado
correspondiente .
Estamos condenados desde la cuna, entonces, ¿por qué no arriesgar?,
¿por qué no buscarnos una escalera maestra que nos deje a todos esos pies de altura?.

Estamos metidos en la doctrina del miedo, de lleno y de cabeza
y mas que nunca nos cuesta arrancar, nos entrenan para que nos tapemos la cara,
nos hacen sentirnos especiales solo para que actuemos como únicos,
y así no extender la mano a otro... buena extrategia.
Han conseguido convertirnos en auténticos automatas que se engañan
con que han conseguido algo distinto, y cuanto te das cuenta ni siquiera has vivido.
La autodestrucción no es tan mal camino si ésta te da la emoción necesaria
antes de llegar al lecho final que será nuestra tumba, o el horno en donde
perecerá nuestro cuerpo, quien sabe.
Nos ofrecen un montón de mierda que saben que no queremos [En un princio] 
y que no necesitamos [acabaremos olvidando este detalle], 
pero que acabaremos deseando [ganan].
Nos hemos vuelto nuestros propios enemigos porque nos han enseñado a serlo,
nos apuntamos los unos a los otros pensando que así protegeremos lo que queremos,
pero no queremos nada de lo que tenemos, ni siquiera sabemos bien lo que tenemos
y lo más importante... es solo mantenerse cuerdo, 
y solos, aunque nos joda, nunca lo conseguiremos.

Nuestra cabeza es una bomba de relojería a punto de estallar y convertirnos
en cachitos de carne sin importancia, pero [y éste siempre llega]
nos empeñamos en salvarnos por todo menos por nosotros mismos.
Egoístas desagradecidos, solo somos parte de la mierda que se forma en las grandes ciudades,
somos todo ese odio irracional de nuestras generaciones,
ese ejercito de personas que se quedan en las preguntas aunque éstas no tengan respuestas,
buscando el porqué de lo que está pasando ahora mismo,
y hermano... el ahora no tiene respuestas, solo suceciones de sucesos, unos detrás de otros
que nos enseñaran el camino correspondiente... pero con tanta propaganda basura
de "llena tu vida con nada y serás feliz" nos han vendido una vida de [y repito] miedo,
nos han [hemos] engañado, felicitaciones...

Nos embutimos en trajes bonitos, en zapatos bonitos, en casas bonitas, en viajes bonitos,
tenemos relaciones bonitas... y toda esa mierda, pero realmente ni nos damos cuenta
a las horas del puto traje bonito que tenemos, manchamos nuestros zapatos sin importarnos
lo bonitos que son, le pierdes el apego a un hogar desde que pierde el siginificado de esa palabra,
no disfrutas realmente de ningun sitio porque realmente estés donde estés tu mierda irá contigo... 
y por supuesto, aunque busquemos la manera de estar cuerdos,
agarrarnos a otro, ni siquiera sabemos lo que es querer, hemos perdido el sentido natural del compañerismo,
nos han vuelto máquinas solitarias con un montón de aspiraciones de cine e independencia barata.
Perdón, rectifico, nos hemos dejado y encargado de ello personalmente.
Nadie va a ser tu puto consejero espiritual, ni siquiera sabemos si tenemos espiritu,
la vida es jodidamente real y dura como el craneo que recubre tu cabeza, tu pieza inicial, tu bomba en particular.
Ahora bien, estallemos, llenemoslo todo de mierda, sangre y sesos, si eso por lo menos pudiera salvarnos.
Estamos totalmente jodidos, ¿te sorprende?, seguro que no, el miedo que tenemos nos lo recuerda todos los días,
pero con una mentira bonita todo cambia, yo no intento eso, no intento hacer apologia del terror colectivo
ni mucho menos, intento todo lo contrario, salvarme.
Atreverme a cruzar los puentes que hagan falta para dormir cada noche con la certeza de que he exprimido
lo que la muerte me ha ido regalando, y prometo que no estoy siendo negativa en ningún momento,
es más, tengo esperanzas de que éstas grandes constelaciones que son nuestras mentes
sean descubiertas, que tomemos el control del mundo absurdo e invertido que estamos habitando, que hemos
creado, que estamos viviendo.
Agarra tus cosas bonitas, tiralas, y conviertelas en algo real, si no tu mentira se alargará tanto como para acabar contigo.

En algunos servicios la mierda huele mejor que en otros, pero no olvidemos que sigue siendo mierda
y que solo somos un monton de pellejo que se irá arrugando, y tenerlo intacto no nos servirá de mucho
cuando el mundo quiera acabar con nosotros... ¿así qué... por qué no atreverse?. 
Volvamonos auténticos por una vez.

domingo, 12 de junio de 2011

¡Perdón!

Después de mucho tiempo, me vuelvo a encontrar sentado en mi ordenador delante de la web blanca de creación de entradas de blogger. Y me tiene bloqueado. No sé que decir, ni que escribir; no consigo juntar mas de tres palabras con sentido por mucho que me estruje el cerebro; y sinceramente no me sorprende para nada.

Y es que hay algunas cosas que a veces se olvidan. Aunque no lo creas. ¿A nadie se le ha olvidado alguna vez lo dura que es la vida en un día de vacaciones? ¿A nadie? ¿Ni todas las penurias que has tenido que pasar para llegar a la cima cuando estás en ella? ¿Y a quién no se le ha olvidado nunca decir cuanto quieres a esa persona que la amas mucho más que a tu vida? Son cosas que ya se suponen, pero que a veces se olvidan.

A mí se me olvidó que tenía un blog, ese pequeño rincón en el ciberespacio que servía para evadirme algunos minutos del mundo cuando ni mi piano lo conseguía. Y no sólo eso, sino que también se me ha olvidado hasta escribir.